El suizo venció a Berdych y se metió en semifinales de Wimbledon, donde no pudieron llegar Murray, Djokovic y Nadal.
El suizo Roger Federer se quedó solo en las semifinales de Wimbledon, tras una jornada tormentosa para Andy Murray, derrotado por el estadounidense Sam Querrey, y el retiro de Novak Djokovic ante el checo Tomas Berdych.
Tanto Murray como Djokovic tuvieron problemas físicos. El de Dublane jugó lastrado por sus maltrecha cadera y perdió 12 de los últimos 14 juegos en su derrota contra Querrey por 3-6, 6-4, 6-7 (4), 6-1 y 6-1 en dos horas y 42 minutos.
El de Belgrado decidió retirarse ante Berdych a los 63 minutos (7-6 y 2-0) debido a un problema en el codo derecho, el mismo que le impidió participar en Miami este año. “Nole” confió que esta lesión le lleva molestando durante año y medio y que está intentando evitar el quirófano para solucionarla.
“Cuanto más juego más me molesta”, dijo, “hay que considerar un periodo de descanso ahora”, señaló.
Con estos dos resultados, y la derrota anterior del español Rafael Nadal contra el belga Gilles Muller en octavos, Federer será el único de los integrantes del grupo de los “cuatro grandes” en jugar las semifinales este año, y se sitúa, tras ganar el Abierto de Australia en enero, más cerca de su título 19 del Grand Slam.
En su partido número 100 en Wimbledon, Federer batió a Raonic por 6-4, 6-2 y 7-6 (4) en una hora y 58 minutos, para vengar su derrota del año pasado y alcanzar las semifinales por duodécima vez.
Federer es ya el jugador que más veces ha alcanzado esa ronda en Wimbledon, superando a Jimmy Connors (11), a Boris Becker (9) y a Pete Sampras y John McEnroe (8). En el Grand Slam nadie le gana tampoco con 42 de esas rondas.
El año pasado, Raonic se impuso al siete veces ganador en el All England en cinco sets para avanzar a la final, una derrota que frustró a Federer quien hoy volvió a dar una clase magistral en la pista central.
El suizo acabó con once saques directos, no cedió su servicio a pesar de que Raonic dispuso de cuatro oportunidades, y quebró el de su rival en tres ocasiones. Sus 46 golpes ganadores dinamitaron el juego del canadiense que acabó con 48 errores no forzados.